La sensibilidad no se compra en un libro, en un programa,

Lucha no es solo una palabra bonita,

La historia es un hecho vivo,

Hay historias, hay vidas, que reubican tu existencia,

Mirar para atrás para seguir adelante,

La bronca puede transformarse en el ideal más bello,

¿Qué amor más grande puede existir que el amor hacia la liberación?

¿Existe acaso algo más real que la lucha de los oprimidos?

¿Acaso hace falta otra razón para vivir más que la Revolución?

Todo lo demás queda reducido, todo, incluso nuestra vida, ante semejante ideal, ante semejante desafío, ante semejante fin.

Personas, grandes personas, quizás no solo personas sino revolucionarios que en su existencia han sabido sintetizar la lucha, la vida y la muerte de millones de compañeros que murieron por este imposible, que ya no es imposible, sino cada día mas real.

(al compañero Emilio Albamonte, uno de esos revolucionarios y dicho sea de paso el que me inspiro este escrito)

Candelaria Spicogna