La noche
vuelve a quedarse quieta,
Los muros
hablan,
Esa vereda
gris vigila mi impaciencia
Y un señor
de azul dice velar por mi seguridad
Recuerdo
este lugar…veo tu sombra otra vez…¿o tal vez es mi sombra?
El viento
susurra los mas lindos olores…
una niña
pregunta ¿Qué hace ella? El padre no sabe que responder.
Las sombras de los transeúntes corren para
alcanzar a sus señores dueños
¿Cuándo podran ser libres aquellos seres
oscuros?
El hombre
jadea,
¿Cuántos poetas habra ocultos esta noche?
Quisiera pedirles
que salgan…
¿Cuántos soñadores en silencio?
Hoy soy
testigo de mi soledad, pero esta noche ella de ha disfrazado de amiga.
La gente no
soporta la quietud,
¿Sera el miedo a sentarnos sobre nuestros
cuerpos,
lo que provoca la intranquilidad en nuestras
mentes?
Una señora
pide consejos farmacéuticos a un policía,
¡Nunca se
me hubiese ocurrido!
Ahora pienso
que quizás a mi también me incomoda la quietud
La ciudad
muestra sus más bellos encantos por la medianoche.
Por la
peatonal se pasean los noctámbulos,
¿Adonde abran ido los ciegos?...a ellos les gusta el sol, el día los
cautiva.
Cuantos
susurros me trae el viento,
Pienso que
pasara cuando mi mano deje de escribirme…
Soy esclava de la palabra.
He perdido
el miedo a la soledad(aunque no del todo)
Mis palabras
ya han sido demasiado boicoteadas,
Que noche
inocua…
(Miércoles, 23:45 hs, sentada por la peatonal)