7/1/11

Memorias de una noche instantánea.


Dos cuerpos, un sillon, una botella a lo lejos, un cigarrillo que se consume, la musica suena de fondo casi no se distingue la melodía, el silencio empieza a incomodar, esquivan la mirada, se mueven de un lado a otro, tienen miedo, tienen vergüenza, tienen pudor, no quieren revelarse, sus brazos se rozan y solo eso basta para que ambos se den cuenta de lo que va a suceder, se acercan, el la abraza, ella lo mira fijamente, se besan, es imposible decir quien beso a quien, fue todo simultaneo. Desde la punta de los pies se siente un pequeño calor, una especie de adrenalina, el titubea hasta que no puede controlar sus manos, no piensan, su mente esta en blanco, escapan de su mente, solo sienten el cuerpo, el cuerpo predomina, el placer sobre la razon. Placer…un placer instantaneo, un gozo extremo, un silencio que termina cuando los cuerpos comienzan a hablar, se mueven, se tocan, se sienten, se bezan, se miran, sonrien, disfrutan, pero ambos saben que esa sensación provocada por la pasion que los invade es solo una manera de llenar el vacio de sus corazones. El vacio se va, pero solo por unos minutos, cuando sus cuerpos se calman, cuando dejan de moverse, cuando abren los ojos y se miran, ambos desnudos, uno frente a otro, con su cuerpos desvelados pero con sus sentimientos ocultos, no hablan, se miran, ya no observan al otro sino que miran para adentro, a ellos mismos. Ahora salen de sus cuerpos, son espectadores, espectadores de una ficcion que se asemeja mucho a la realidad, no entienden lo sucedido, la euforia desaparece, el silencio se hace presente otra vez, el vacio los invade. . .