10/1/12

La metamorfosis de la libélula


Una mosca se posa bajo la palabra utopía,
El viento y el fuego se complementan haciendo el amor de una forma inigualable,
El perro negro sacude las pulgas de la libertad,
Que paciencia llevan en si las piedras, creaciones del tiempo…
La libélula posa y da un salto al vacío,
Medita con sus transparentes alas, su cuerpo azul y negro, sus ojos rojos, su cabeza naranja,
Cuando la miro de cerca, huye como si sintiera que algo violento puede ocurrir,
Ahora se posa sobre mi andar.
El hombre se sienta a observar, el hombre o mujer libélula se posa en el surrealismo, 
espera paciente la luz interna que libere su imaginación;
“hablemos sin saber” dice el niño de antiparras.
Dos libélulas se posan en mi brazo y hacen el amor, mi pudor corrió a ahuyentarlas…
Una de ellas ha vuelto a descargar su libido sobre mi pie, el eyacular de la libélula.


(un escrito algo surrealista, inspirado por Andre Breton,
 el paisaje de Yacanto y la maravillosa libélula multicolor)

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