Alli en el fondo del patio de la casa, vive un sauce, que crece y crece, inunda de hojas las ventanas y las puertas. De pequeña ese sauce jugaba conmigo su largo pelo de hojas me acariciaba, aun de grande, cuando vuelvo a ese patio, lo miro y lloro.
Al fin y al cabo comprendi que ese sauce me conectaba con mi padre, con mi abuela, y con todos mis muertos, en sus hojas vive el amor de mis antecesores que lo cultivaron.
Un simbolo lleno de vida, en medio de tanta muerte.
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