La puerta
se cerró bruscamente, ella entro. La habitación estaba en completo desorden,
una montaña de ropa, bollos de papel en el suelo, colillas de cigarrillo, el
televisor apagado, una cama vacía. El día había llegado a su fin, la noche,
enemiga de los solitarios, la abrazaba con todo su dolor. Estaba en silencio,
no existía música capaz de expresar su estado de animo, tenia las manos frias,
el pelo amotinado, la mirada perdida.
Se sentó
sobre las frías sabanas y miro la pared en blanco por un largo rato, afuera las
familias cenaban con tranquilidad, ella no tenia hambre ni siquiera ganas de
fumar. Comenzó a recordar…a recordare todo, cada momento importante de su vida,
si es que los había tenido, su infancia feliz, su familia, lar tardes de juego,
el sol, las golosinas, luego la pubertad llego, los primeros años de
secundaria, los granos, la gordura, cuando entendió que significaba la palabra menstruación,
el colegio, sus amigos.
De repente,
la adolescencia, el frio intermitente, las preguntas existenciales, las
salidas, el alcohol, el humo, los problemas, los 15 años, su primera vez, el
desamor, el engaño, los falsos amigos, los amores pasajeros, los utópicos, el
ultimo año de secundaria, los amargos sabores del crecimiento, la realidad, el
rock, la poesía, los verdaderos amigos, los amantes. Todo paso por su cabeza
como una secuencia de imágenes editada a la perfección logrando resaltar los
momentos no tan buenos de su vida. El reloj nunca había parado y ella, hoy,
tenia 20 años, 20 años que habían pasado con muchas penas y pocas glorias, 20
años de experiencias que la habían convertido en lo que ella hoy era. Volvió en
si, ya no veía las imágenes de su pasado, ahora se encontraba en aquella sucia
habitación que minuto a minuto se hacia mas y mas pequeña, huyo al rincón, apretó
sus rodillas, y abrió los ojos intentando no parpadear, no iba a perderse aquel
momento, quería ver que sucedía. La habitación se seguía encogiendo, apenas cabía
su cuerpo en las cuatro paredes que moviéndose lentamente la amenazaban, la luz
se apago, su corazón se aceleraba cada vez mas, una puntada en el pecho similar
al dolor de un pinchazo causado por un cuchillo, el dolor se agudizaba, no podía
soportarlo, un parpadeo, el silencio, un espejo, la nada…
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